Situado en un punto estratégico importante esta fortaleza inexpugnable fue erigida en el 1200 sobre una pequeña isla en medio de las aguas del loch comunicado con la tierra firme a través de un magnífico puente de piedra.
La figura del castillo se refleja en las aguas plácidas y sobre el fondo destacan unas imponentes montañas: es sin duda el panorama más fotografiado de Escocia y set cinematográfico de muchas películas como Highlander o The World is not enough.
Aunque su interior es un poco kitsch, merece la pena visitarlo para admirar la diferentes habitaciones y las pintorescas antigüedades de los clanes.
Consejos
- Siendo uno de los lugares símbolo de las Highlands, durante los meses de verano estará repleto de masas de turistas: os aconsejamos elegir las primeras horas de la mañana para realizar una visita menos multitudinaria.
- El mejor momento para fotografiar el castillo es sin duda el atardecer cuando, con la puesta de sol, cambia a cada segundo la luz, los colores y los contrastes del paisaje. Simplemente maravilloso.